De nuevo a replantearse horarios cotidianos y hacer más
espacio para la lectura intensa de filosofía. Adiós a la frase “me gusta leer”.
Puritanos de la lectura no se espanten, amo leer, pero cualquiera que haya
leído filosofía sabe que hacerlo es un dolor de cabeza, a menos que leas a
Nietzsche, y eso cuando está de buenas.
Esa actitud crítica que desarrollas cuando lees Filosofía,
poco o nada sucede cuando estudias Comunicación. ¿Por qué habrá tantas crisis
existenciales en este sector? No hay muchos cuestionamientos, al menos en mi
rama comunicóloga. Todos se alarmaron con la duda sobre que pasará con las
publicaciones impresas y el periodismo en época digital. Algunas editoriales
desaparecieron, otras cambiaron, mucha gente sin empleo y comunicólogos sin
saber qué hacer. No los culpo, been there, done that.
¿No les gustaría crear cómo lo hace la naturaleza? Imagen por gs_laura.
Ahora parece que se abrió un abanico de oportunidades con el
Social Media. Todas las marcas y empresas quieren su Community Manager y muchos
corren hacia ese campo de trabajo, aunque nadie sepa para qué. Hace poco tomé
un curso con comunicólogos. Fue raro convivir de nuevo con ellos como
estudiantes, había olvidado cómo eran, me he acostumbrado a mis
compañeros-intensos-veo problemas en todos lados-filósofos.
Para bien, y para mal, todo lo veo desde el punto de vista
filosófico, y este taller lo veía desde el punto de vista ontológico (ya sé, qué pesadilla). Quería definir conceptos de Social Media
y porqué eran así, hablar sobre nuestro papel de periodistas en la era digital,
el ser del Community Manager y temas bien clavados. Los primeros días me
preguntaba: ¡¿por qué nadie habla de eso?! Hasta que acepté que estaba con
comunicólogos.
Sé que el taller no iba sobre eso, pero valdría la pena
cuestionarnos de vez en cuando. De otra forma, sólo estamos esperando la
próxima crisis y, peor aún, animamos comportamientos cuestionables en la red,
como el egoísmo (hola gente que vive de los selfies) o los hacemos creer que
tienen algo que decir y que lo queremos escuchar. En conclusión, pura cultura
del yo, que es justamente lo que la Filosofía me ha ayudado a rechazar, entre
otros sencillos asuntos. Pero claro, un “intelectual” como Umberto Eco dijo
esta obviedad y todos los comunicólogos se maravillaron. ¿Neta? Mejor lean a
Wittgenstein o Deleuze. Ya se me había olvidado que los estudiantes comunicólogos rara
vez se cuestionan algo de manera universal (sorry not sorry).
No niego mi origen comunicólogo, a veces me da pena pero
desde la carrera me causa conflicto. Curiosamente, no me arrepiento, sólo creo
que debería haber más reflexión en la carrera de Comunicación. Me acuerdo que
quería hacer Filosofía de la Comunicación cuando estudié Comunicación, y sólo
tuve una clase sobre el tema, aunque en otras universidades ni
siquiera eso.
Creemos que está para nosotros. Imagen por gs_laura.
Apoyo la idea de que esta carrera se debe fragmentar (o al menos replantearse). Pensé que seguiría esa tendencia, pero hace poco vi que mi ex querida universidad y un par más recién estrenan una carrera de Estudios Humanísticos (o algo así). Me suena a que estudiar Humanidades (así, en general) es el nuevo “quiero estudiar Comunicación”. No me gusta mucho la especialización académica, pero ¿Humanidades así nomás?
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