Hoy, por primera vez, conocí a mi bisabuela. Hasta me cuesta
escribir la palabra: bis-a-bue-la. Nunca me había preguntado sobre mis
bisabuelos, si acaso he preguntado sobre mis abuelos que, en el mejor de los
casos, apenas conocí.
Practico una nada honrosa tradición de decir: “el papá de mi
mamá” o decirle a mi mamá: “tú mamá” para referirme a mi abuela. Decir la
oración “mi abuelo es o hizo tal”, no, nunca. Son extrañas para mí esas
palabras y mucho más esas relaciones familiares.
A mi abuelo materno apenas lo conocí. Me regalaba libros de
su biblioteca personal cuando lo visitaba, siempre imaginé que lo hacía para
desocupar espacio de su apretado, desordenado y sin aire acondicionado hogar
(es que una casa en Matamoros sin clima no es casa habitable).
Mi abuela materna todavía vive, pero la he visto dos veces
en mi vida: una vez que mi tía A (prima de mi mamá) me llevó, en contra de mi
voluntad, a conocerla. Recuerdo sus palabras más o menos: tienes que
conocerla, es tu familia; como si fuera una obligación. La segunda vez fue en
el funeral de su exesposo, el papá de mi mamá, “mi abuelo”. No sé mucho de
ella, sólo sé que dejó a mi mamá y tíos de pequeños y que tuvo un hijo
diabético con su segundo esposo.
Mis abuelos paternos ya habían desaparecido de este mundo
cuando yo aparecí en él (ahora que estoy leyendo a Merleau-Ponty tengo sus
conceptos pegados). Sólo los conozco detenidos en el tiempo en blanco y negro.
Así que no, no supe lo que significa ser nieta. Cuando veo
cómo mis sobrinas adoran estar con su abuela (mi mamá), alcanzo a entender un
poco lo que me perdí. Me tocó no tener abuelos. Sí, me queda una abuela, pero
el tiempo para conocerla has come and gone, el lazo sanguíneo no me es
suficiente y, además, ella tiene a sus propios nietos.
Esta condición no me permitía imaginar quiénes estaban
antes, conocer a mis bisabuelos me parecía extravagante. Pero hoy me apareció
una foto de mi bisabuela, gracias a mi tía M.
Sé que a mi hermano C le gustará la foto, porque él
también es guitarrista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario